descripción

Este blog forma parte del proyecto Narrativo Cuéntalo
Todo, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción
Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y
Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco

jueves, 25 de octubre de 2012

La continuación.


Al momento de ingresar se nos solicito que formáramos una fila, con el propósito de registrarnos y resguardar nuestras pertenencias.

Al ingresar a la celda observamos que era muy diferente al contexto que se presenta en la televisión; pues la puerta es totalmente metálica y el interior se conformaba de cuatro bancas de concreto de metro y medio de largo aproximadamente y una letrina. A esta última no se le da el uso correcto ya que el piso y las paredes estaban impregnados de sustancias desagradables y malolientes.

Debido a las circunstancias antes mencionadas, la mayoría de los detenidos tenían que estar de pie y agrupados en los pocos espacios que se encontraban menos sucios. Sus ropas se mostraban sucias, rotas y en algunos casos desprendían olores de tres o cuatro días sin recibir higiene personal. Al mismo tiempo sus rostros mostraban desesperación, enojo, odio, angustia o mucha furia contenida. Sin mucho ánimo buscamos un lugar para poder descansar ya que nos aguardaban muchas horas o quizás días de castigo.

A pesar  de que ya habían transcurrido unas horas, Chucho continuaba bajo la influencia del alcohol, lo que provocaba mi curiosidad por saber si sabía lo que había hecho o si ubicaba el lugar dónde estábamos. Después de que lo interrogué para disipar mis dudas Chucho solo me preguntó, “A que hora me dan mi cigarro”.

Al escuchar esa respuesta preferí no hacer más larga la conversación; pues no nos llevaría a ningún lado. Mientras aguardábamos en silencio, varias personas entraban y salían del lugar. Muchos de ellos llegaban siendo arrastrados por los policías, otros llegaban sin camisa y otros sangrando.

Después de haber pasado unas cuantas horas y ya entrada la mañana, uno de los guardias nos habló y simplemente nos dijo: “Bueno como ustedes no hicieron algo tan grave como para que amerite más tiempo de encierro les voy a dar su salida”. Así que nos levantamos y salimos de la celda.

Cuando regresamos a la oficina donde nos recogieron las pertenencias, el policía le comento a chucho -¿sabes porqué los estoy dejando salir tan rápido?-

Chucho respondió -la verdad lo desconozco

El policía lo ve y le dice –por que a pesar de que intentaste golpear a tu amigo  y sin tener la necesidad de estar aquí, no te ha dejado solo, ¡al contrario! te está apoyando hasta en estos momentos. Los dejo salir antes para que le invites una cerveza y le agradezcas de ser tu amigo ya que amigos como él muy pocos.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario